No creo en un hasta que la muerte nos separe, sino en un hasta que la felicidad y el amor nos acompañe

Hace tiempo que ya me doy cuenta de lo que debo hacer, de lo mejor para mí, otra cosa es que no me haya atrevido aún a comenzar, a realizar acciones netamente por mi. Es difícil pensar en lo que a uno le hace feliz, cuando le gustaría que el resto pudiese ser condescendiente con esa felicidad, se hace complejo a la vez cuando uno es demasiado empático, piensa y realiza todas sus acciones enfocadas en el resto, no porque el resto se lo pida, sino porque uno es así no más, y digo complejo, ya que uno pierde identidad, se desgasta, por complacer al resto y se genera un desencanto, un mal acostumbramiento.  Creo que en todas las cosas debe haber un equilibrio, un dar y un ceder para que las cosas funcionen, el problema es que todos creemos dar lo suficiente y ceder demasiado, para que las cosas funcionen, debemos trabajar de mejor forma el autocritica y sobretodo la comunicación efectiva, logrando llegar a acuerdos donde,  ambas partes se sientan en plena armonía, en paz. Es difícil, pero cuando existe un amor del verdadero todo se logra para que la persona que amamos, uno mismo y por supuesto ambos como complemento se sientan felices,  no hasta que la muerte nos separe, sino hasta que la felicidad y el amor nos  acompañe.